
jueves, 22 de diciembre de 2011
Beneficios de interiorizar la cuestión de la seguridad turística

lunes, 10 de octubre de 2011
La Policía Turística, un servicio irremplazable

El objetivo es proporcionar seguridad a los turistas y visitantes por una cuestión, en primer lugar, humanitaria, y por derivación, por un interés sectorial. Se ha de ofrecer un servicio integral de calidad en los destinos, que incluya la seguridad turística, y dentro de esta, el servicio policial.
En muchos casos, se perciben ciertas debilidades, desajustes y carencias en dicho servicio, debido entre otros a los motivos siguientes:
1) Se considera que es suficiente con el servicio policial genérico de que dispone interiormente el país.
2) Existen policías turísticas específicas, pero cuentan con escasa dotación y reconocimiento.
En el primer caso, los desajustes aparecen cuando los turistas demandan ciertos servicios que no pueden ser ejecutados en su justa medida, porque el servicio existente está orientado expresamente hacia la propia ciudadanía.
En el segundo caso, la escasa dotación de equipamientos, procesos y soportes en muchos destinos y en sus respectivas policías turísticas hace que se trabaje con cierta precariedad y que prevalezca el voluntarismo y la predisposición de sus miembros como los únicos factores a resaltar.
Una mayor conciencia en los destinos sobre la seguridad y las policías turísticas es la mejor de las respuestas que se pueden ofrecer a un tipo de turista cada vez más exigente con este tipo de servicios prioritarios.
martes, 20 de septiembre de 2011
Inseguridad turística manejable e inseguridad turística inmanejable
Si se llega a admitir, se hace de la forma más discreta y diplomática posible, evitando que la situación se vuelva más caótica e insostenible. En el fuero interno de muchos agentes públicos y privados, se considera que el escenario de inseguridad todavía se puede controlar y manejar.

Por lo tanto, el primer paso es admitir el problema, pero esto no es suficiente. Se tiende a pensar que la puesta en marcha de ciertas iniciativas y procesos adicionales permitirá mantener el estatus competitivo alcanzado. Estas acciones se convierten en un “peaje” por la convivencia con hechos y situaciones atípicas e inseguras, y la consiguiente imagen exterior debilitada.
Muchas veces, estos esfuerzos se ven superados por los efectos negativos de la violencia y la inseguridad, que se vuelven cada vez menos manejables. En esos momentos, surgen las contradicciones, las auto-justificaciones, las presiones internas y externas, la búsqueda de culpables, las dudas sobre la productividad y la profesionalidad, la obsesión con nuestra reputación en los mercados, etc.
Quizás debamos asumir la necesidad de poner en marcha otros procesos más complejos y contundentes, pero siempre, desde la discreción y el tacto necesarios.
viernes, 9 de septiembre de 2011
El conflicto entre Turquía e Israel afecta a los turistas
De todos es sabido que el sector turístico es muy vulnerable ante cualquier tipo de alteración de signo inestable y negativo. Junto a esa inestabilidad entre ambos destinos turísticos, se han desarrollado una serie de hechos desagradables y mezquinos que se han cebado con las personas-turistas. Ellos son la parte más vulnerable y sensible de todo el proceso turístico, con lo cual se incrementa el grado de inseguridad y se dañan los intereses turísticos de ambos destinos. El que los turistas de los dos países tengan que vaciar sus equipajes y tengan que desnudarse sin ningún motivo aparente y/o por pura represalia, no ayuda en absoluto al sector turístico turco e israelí.
Más bien al contrario, va a afectar en la reputación, imagen y percepción de ambos destinos. Sería conveniente que, dentro de ambos equipos de gobierno, se tuvieran en cuenta los respectivos intereses turísticos, para que los procesos o servicios turísticos no se vean desvirtuados o desnaturalizados por iniciativas totalmente ajenas y evitables.
La seguridad y la dignidad de las personas–turistas esté en juego, y con ello, la imagen y percepción de dichos destinos, algo muy presente entre los respectivos responsables públicos y privados.
lunes, 29 de agosto de 2011
Cancún se plantea deslindar su imagen de la de México
Me parece humana y comprensible la postura del Señor Magaña, ya que debe estar soportando una situación límite como regidor público de dicho destino turístico internacional. Desde una posición estrictamente técnica, y teniendo en cuenta la dimensión y el prestigio de Cancún dentro de muchos mercados emisores, se puede afirmar que dispone de suficiente personalidad para presentarse y posicionarse en solitario en muchos de dichos mercados.
Si releemos la noticia, parece que Cancún es un destino totalmente seguro que tiene que soportar la mala imagen asociada a la violencia e inseguridad generalizada de México y que ello afecta a sus intereses. Pero la realidad es bien diferente. Desde el exterior se percibe que la inseguridad y la violencia también han hecho acto de presencia en Cancún. Quizás en menor cuantía, no lo pongo en duda, pero existir, existe.
Es muy difícil que deslindemos Cancún de México y viceversa, porque son realidades unidas umbilicalmente que, a nivel sectorial y de mercadotecnia, se han dotado de valor mutuo y transversal desde hace muchos años. Alterar esta realidad me parece un hecho de difícil comprensión, costoso, y me atrevo a adelantar que, con escasos resultados positivos para los intereses de Cancún y del resto de México como destino turístico.
Comprendo que en situaciones límite se tiende a desarrollar ideas-milagro, basadas, en este caso, en procesos de marketing y comunicación estratégica, que solventen los problemas de violencia e inseguridad social y sectorial de manera inmediata y milagrosa.
Sin embargo, y espero equivocarme, no creo que la solución a todos los problemas sociales, de destino y de imagen exterior, estén unidos a una mera y nueva estrategia de mercadotecnia. Estas realidades y hechos más arraigadas requieren acciones de alto calado, acciones – bísturí y no estas iniciativas que podemos denominar como acciones – maquillaje.
Inversión, que no gasto, en seguridad turística como factor de competitividad a la exportación turística nacional es algo que debe de estar presente en las iniciativas de Cancún, superando y sumando a las iniciativas e ideas vinculadas a la mera imagen, publicidad y marketing.
Es muy duro hablar de esto; se pueden herir sensibilidades personales, sectoriales, locales y nacionales, pero sinceramente, consideramos que es la mejor aportación que podemos hacer a un destino y un país tan querido, añorado y admirado como México, y dentro del mismo, a Cancún como destino singular y atractivo.
jueves, 28 de julio de 2011
El momento de la elección de destino vacacional
Con los meses de julio y agosto llega la hora de escoger un destino turístico para disfrutar de unas merecidas vacaciones en gran parte de los mercados emisores europeos. Algunos turistas ya tienen la decisión tomada, pero otros continúan en un periodo de fuerte indecisión a la hora de elegir su destino. Ambos van a tener cada vez más en cuenta el factor de la seguridad.
Vídeo promocional de México (CPTM)
El primer problema para los gestores turísticos es que no disponen, en la mayoría de los casos, de la capacidad para medir dicha incidencia. Estos agentes van a seguir intentando hacer compatible una oferta turística atractiva y seductora con ciertas realidades negativas y afectadas por la inseguridad, evitando a toda costa, una coincidencia en tiempo y lugar de esos dos escenarios.
En la inmensa mayoría de los casos, el turista vive una experiencia satisfactoria, pero en ocasiones surgen hechos irreversibles ante los que conviene estar preparados. En esos momentos el turista afectado va a dejar de demandar ocio y recreación para exigir servicios urgentes de carácter humanitario.
Los responsables del sector deben conocer, tener acceso y hacer disponibles estos servicios, teóricamente no turísticos, si verdaderamente quieren construir un destino turístico internacional verdaderamente competitivo.
No cumplir con las expectativas o no estar preparado para estos imprevistos, afectará a la capacidad de atracción de dichos destinos, generando una gran vulnerabilidad e indefinición entre los agentes públicos y privados del sector.
jueves, 14 de julio de 2011
La muerte de Facundo Cabral y el destino turístico guatemalteco.
La coincidencia de este hecho en el territorio de Guatemala ensombrece todo un conjunto de acciones estratégicas que se vienen desarrollando desde el sector turístico nacional.
En este sentido, la popularidad de Facundo Cabral hará que su muerte se convierta en una noticia de gran repercusión internacional, sobre todo en los países que estén más vinculados a su figura, legado personal y artístico. Países que, a su vez, también son potenciales destinos emisores de turistas.
Hechos violentos e injustificados, ajenos al turismo, ponen de manifiesto la vulnerabilidad del sector turístico internacional. Ello hace que surja la impotencia y desesperanza entres sus agentes e intereses, que ven cómo su quehacer diario queda cuestionado por hechos ajenos a éstos.
Fuente: www.elmundo.es
Como en otros muchos casos, surge la eterna pregunta. ¿Qué se ha de hacer desde el sector turístico para contrarrestar los efectos negativos que todo ello genera? Y ¿Cómo...? Utilizar medidas y herramientas propias de los “destinos turísticos normalizados” no será suficiente, y tampoco esperar que el “tiempo todo lo cure”.
Se necesitan propuestas imaginativas, totalmente novedosas, que impliquen tanto al propio sector como a otros que nada tengan que ver directamente con éste. Esto nos permitirá disponer de una imagen y de unos servicios más acordes en este tipo de momentos críticos que se han de afrontar y manejar.
martes, 28 de junio de 2011
La reacción ante la agresión de las jóvenes de Fuengirola
Analizándolo fríamente podemos afirmar que desde el punto de vista policial se ha detenido al asesino inmediatamente. Por lo tanto ningún pero a la acción policial, que se puede extender a la acción posterior de la justicia española.
Sin embargo, desde el punto de vista de los intereses turísticos malagueños y españoles, esto no es suficiente, ya que a partir de ahora va a existir una mancha durante mucho tiempo, y más en el mercado emisor sueco, lugar de procedencia de las dos jóvenes.
Se trata de un hecho aberrante desde el punto de vista humano, que requiere de una mayor implicación cuantitativa y cualitativa del sector turístico para enmendar sus consecuencias. Los agentes públicos y privados deben asumir nuevos compromisos y para ello deben identificar nuevos colaboradores, asumir nuevos cometidos y establecer relaciones transversales que ayuden a afrontar con mayor prestancia estos momentos críticos.
La utilización de técnicas y soportes de los destinos turísticos normalizados, no garantizan la salida más adecuada en estos momentos críticos. La estrategia de trasladar mensajes de “aquí no pasa nada” o de “es un hecho puntual”, tampoco. Justificarse excesivamente no hace sino confirmar la existencia de un hecho lamentable.
Volvemos a la necesidad de desarrollar procesos no convencionales por parte de los responsables turísticos locales, autonómicos y nacionales. El sector turístico es el petróleo de España, y como tal, necesita de un tratamiento personificado en muchas facetas, entre ellas, las de la seguridad de sus clientes o turistas.
martes, 7 de junio de 2011
Túnez y su recuperación turística
¿Qué falló? ¿El sector turístico? Posiblemente no. Aunque el sector y sus procesos son mejorables en todos los destinos internacionales, incluido Túnez, hemos de recapacitar y ser conscientes de que los motivos de la no competitividad del sector surgen por el cambio en el clima social del país y por extensión, en el destino turístico tunecino. Este cambio social es percibido desde los mercados emisores como una notable alteración del destino que le hace perder credibilidad a los ojos de los potenciales turistas y visitantes.
Intentar mejorar procesos estrictamente técnicos, como los de calidad, desarrollo de recursos humanos, formación o puesta en marcha de campañas de marketing urgentes e imaginativas, serán decisivas para alcanzar mayores cotas de competitividad siempre y cuando, a los mismos se les sumen procesos “no convencionales” en la gestión del día a día, con el objetivo de superar la situación de impotencia generalizada.
lunes, 6 de junio de 2011
Los turistas como correa de transmisión de los destinos turísticos
Todo responsable turístico debe interiorizar que un turista satisfecho se convierte en embajador y prescriptor del destino turístico. La divulgación de una realidad turística positiva por parte de los turistas es una herramienta que aporta mayor credibilidad que otras fórmulas de promoción y comunicación existentes. Por el contrario, cuando el turista divulga una realidad turística negativa el destino pierde credibilidad y queda en entredicho.
En principio todos los agentes turísticos junto con los medios de comunicación, las instituciones públicas y los propios viajeros consideran que la seguridad de los turistas debe primar ante cualquier otro objetivo sectorial. Olvidar esta premisa hace que los destinos turísticos puedan ser vistos como excesivamente apegados a resultados materiales y económicos. Por tanto, los agentes responsables deben responsabilizarse tanto de los productos turísticos pactados, como de los servicios de protección, auxilio y humanitarios necesarios y adicionales para desarrollar la vivencia con todas las garantías.
Se debe tener en cuenta que en muchas ocasiones, la inseguridad turística no surge del propio sector, pero va a ser este el que vea afectada su productividad y credibilidad. Es más, existe una violencia dirigida premeditadamente hacia los turistas, porque sus autores saben que la divulgación de sus fechorías va a resultar mucho más amplia si las víctimas son ciudadanos extranjeros en lugar de nacionales.
miércoles, 18 de mayo de 2011
Los atentados de Marrakech, los turistas y el sector turístico
En muchas ocasiones hemos afirmado que el sector turístico es muy vulnerable cuando coincide con hechos y situaciones violentas y de inseguridad. A ello hemos de añadir que pueden existir hechos delictivos que, de manera premeditada, están dirigidos a dañar más si cabe los intereses turísticos de cualquier destino del mundo.

Fueron 16 las personas que perdieron la vida, en su mayoría turistas extranjeros, lo que nos permite afirmar que en principio existió una clara motivación de atentar contra el colectivo de turistas extranjeros en Marruecos.
Por lo tanto, los turistas fallecidos se convierten en correo de transmisión y de propagación de un hecho infame que, va a incidir negativamente en uno de los sectores económicos más boyantes de un país/destino que goza de amplio reconocimiento, como es el caso de Marruecos.
martes, 10 de mayo de 2011
Sistema de Quejas y Denuncias de Turistas para Centroamérica

Este Sistema permitirá contar con un modelo común para atender a los turistas y visitantes nacionales e internacionales. Dispondrá de un protocolo para el tratamiento de las quejas y denuncias con plazos, responsables y modalidades de respuesta, así como información sobre la presentación de denuncias, los formularios y las guías de apoyo para el turista.
La reunión contó con la participación de Iñaki Garmendia, gerente de la consultora turística Noski Consulting, del SITCA (Secretaría de Integración Turística Centroamericana) y el USD (Unidad de Seguridad Democrática) en representación de la Secretaría General del SICA , de jefes y jefas de las policías turísticas de la región, de encargados de seguridad de las administraciones de turismo y, por último, de la Policía Federal de México.
Noticia publicada en el SICA.
jueves, 21 de abril de 2011
Las administraciones turísticas y la seguridad turística
En muchos casos las propias administraciones turísticas son reacias a asumir compromisos en esta materia. La inseguridad es la antítesis de un desarrollo turístico armonioso y se considera que la mera asunción de esas funciones puede generar mayor alarmismo e inestabilidad del que ya les toca soportar.
En lugar de surgir procesos coordinados y entrelazados, impera una cierta indefinición a la hora de asumir compromisos en esta materia, lo que da lugar a una fragmentación de las competencias y a unos resultados pobres.
No obstante, parece que todos asumimos que la seguridad turística es un factor importante para el devenir de nuestros intereses turísticos. Iría más lejos, diría que es un factor determinante, de gran transcendencia. Por eso debemos implicarnos en procesos atípicos pero necesarios. No huyamos de los mismos.
lunes, 4 de abril de 2011
Prestar atención a la seguridad para llamar la atención del turista

Detallar y mostrar aquellas particularidades que pueden hacer de nuestros destinos un lugar atractivo es una de nuestras principales obligaciones. La gran competencia turística internacional existente y la proliferación de opciones y destinos cada vez más especializados, precisan de un mayor esfuerzo cualitativo y cuantitativo en comunicación, volviéndonos más narcisistas si cabe. Hablamos de nosotros mismos y vivimos obsesionados por lo que opinan o perciben de nosotros los mercados emisores.
Sin embargo, consideramos que informar sobre ciertas anomalías de nuestros destinos, como la falta de seguridad y la carencia de respuestas a la misma, se convierte en algo nocivo y evitamos prestarle la atención debida. La situación puede ser paradójica; si deseamos realmente llamar la atención en los mercados, debemos prestar atención a lo que ocurre internamente en nuestros destinos.
Debemos incluir una información integral y encajarla con las demandas de los turistas y mercados para lograr que nos presten la atención deseada y para reforzar nuestra credibilidad. En este sentido, la información en materia de seguridad no solo resulta necesaria, sino que puede aportar la transparencia y credibilidad imprescindibles en el proceso de decisión de nuestro cliente potencial.
miércoles, 23 de marzo de 2011
Soluciones competitivas a los problemas de seguridad turística
Normalmente, dicha omisión hace que se consolide una convivencia y/o coincidencia, más o menos explícita, entre una actividad turística debilitada y todo un conjunto de realidades y escenarios de inseguridad, generando con ello fugas económicas y una clara improductividad sectorial.
Partiendo de este hecho, me gustaría intentar acabar con la idea que anida en muchos gestores turísticos, tanto públicos como privados, de que la utilización de herramientas en materia de seguridad turística es incompatible con la competitividad de los destinos turísticos porque argumentan que la mera aceptación de ciertas normas de seguridad turística puede generar ciertas taras a nuestros intereses y a nuestra imagen exterior.
Habitualmente se considera que la realidad turística y la mera mención de la seguridad son realidades que frecuentemente se repelen o entran en conflicto. Ello proviene de una postura clásica y acomodada en materia de gestión integral de los destinos, donde la mera mención de aspectos vinculados a la seguridad turística se toman como nocivos y alarmistas para la competitividad de nuestros respectivos intereses, tanto públicos como privados.
Sin embargo, estoy convencido que la competividad y la modernidad de los destinos turísticos internacionales, se irá incrementando siempre que se incorporen a los mismos procesos, también, de seguridad.
En este sentido, el conocimiento profundo y detallado de todo destino turístico nos puede dar innumerables pistas sobre los efectos que generan la violencia, la inseguridad y las crisis en esos mismos destinos.
Consideremos por tanto, que la mejora e inversión en materia de seguridad turística servirá para aumentar la competitividad de los destinos a través del desarrollo de experiencias y vivencias turísticas más seguras y placenteras. Con ello se compensará los costes de esa mejora, esto es, la implantación de ciertas normas integrales e integradoras en materia de seguridad turística.
Dicha norma de seguridad turística deberá centrarse en reducir los riesgos y los efectos negativos y en facilitar la innovación y la creatividad de los productos y servicios preexistentes. Con ello, tanto las empresas como los destinos turísticos deberán de concebir las mejoras en seguridad como una (nueva) parte esencial de su productividad.
La implantación de dichas normas en materia de seguridad turística se ve ralentizada por la escasa asunción de compromisos y responsabilidades, tanto desde la parte turística como de la no turística, desde lo público como desde lo privado, etc. Ello hace que la seguridad turística siga siendo vista como un tema tabú por muchos destinos, agentes e intereses turísticos, lo cual les aboca a una clara falta de competitividad.
Para evitarlo, en vez de obsesionarnos con saber cual es nuestra auténtica reputación externa deberemos de marcarnos el objetivo de crear destinos turísticos armoniosos, que generen riqueza y empleo, y para ello, el factor de seguridad integral ha de estar presente, aunque muchos eviten cualquier referencia al mismo.
viernes, 25 de febrero de 2011
La parecida incidencia de la inseguridad turística en los destinos

En todos ellos, el sector y los agentes turísticos han adoptado unas actitudes y comportamientos muy parecidos, siempre a remolque de los acontecimientos. Se han caracterizado por reaccionar ante los hechos y por disponer de una escasa capacidad de interlocución ante los mismos. Esto acarrea una clara pérdida y disminución cualitativa y cuantitativa en casi todas las facetas del sector turístico: en promoción, percepción, reputación, comercialización y venta, inversiones, empleo, competitividad, etc.
Aparecen además actitudes de huida; muchos destinos deben formarse en facilitar la salida o huida de los turistas y visitantes, cuando todos hemos sido formados para recibirlos y ser hospitalarios con ellos. Por otro lado, se aprecia en la mayor parte de los agentes y responsables turísticos claros síntomas de desmoralización ante situaciones que les superan y ante las cuales no disponemos de los instrumentos y herramientas necesarias.
Asimismo, y para intentar contrarrestar los efectos de estas situaciones negativas tendemos a autojustificarnos en exceso como destinos turísticos, con el objetivo de mitigar las consecuencias para la actividad turística. Esto provoca que tanto las empresas como las instituciones se encuentren muy condicionadas y presionadas, perdiendo con ello las referencias que siempre han de estar presentes en toda gestión integral de destino.
La raíz de los hechos negativos es diferente en cada caso, pero la reacción y las actitudes frente a este tipo de situaciones por parte de los agentes turísticos es muy similar, salvo matices muy concretos. Todos pertenecemos a un sector que nos une, y a unos turistas y visitantes que nos hacen actuar de manera muy pareja.
jueves, 17 de febrero de 2011
La fragilidad del destino turístico: Egipto

Ante este tipo de situaciones sería aconsejable que los responsables turísticos, tanto públicos como privados, fueran adquiriendo mayor capacidad de interlocución y de protagonismo, y tomaran posturas muchos más proactivas, de liderazgo y de desarrollo de relaciones atípicas y estratégicas. Con ello se superarían posturas muy propias del sector, en la mayoría de los casos reactivas y preventivas, que nos dejan a merced de unos acontecimientos que no somos capaces de controlar y en una situación de total vulnerabilidad.
El sector utiliza una serie de relaciones basada en un tipo de proveedores, de agentes y recursos muy previsibles y asentados en el tiempo. Los mismos son suficientes en épocas y situaciones de normalidad, pero cuando un destino se altera o se vuelve inestable se debe incrementar la cantidad y calidad de dichos proveedores o nuevos colaboradores. Si no lo hacemos seguiremos a merced de los acontecimientos y poniendo en práctica posturas muy voluntaristas, a remolque de los acontecimientos, y con una escasa efectividad para los intereses del sector turístico al que pertenecemos.
En definitiva, para que Egipto o cualquier otro destino turístico dispongan de una mayor credibilidad y reputación turística, se han de tomar caminos y procesos poco convencionales, turísticos y no turísticos, y no abandonarlos hasta que los mercados/turistas así lo perciban. Poner en marcha procesos no convencionales hubiera ayudado a los agentes e intereses turísticos egipcios a buscar salidas menos traumáticas que las que han puesto en práctica.
lunes, 31 de enero de 2011
Egipto, un destino con problemas de seguridad turística
Ello se debe a que el clima social existente se ha visto modificado y a que dicho cambio está incidiendo negativamente en los intereses turísticos egipcios, y por supuesto, en sus visitantes y turistas. A eso hay que añadir la alteración en la imagen y percepción del país–destino en el exterior, ahora mucho más sensible, inestable y negativa. Por otro lado, entre los profesionales de todo sector turístico que se precie, existe una formación y una preparación orientada a favorecer la acogida y la hospitalidad de todo visitante y turista.
Cuando ocurre un hecho negativo de esta envergadura, percibimos que los turistas y visitantes demandan un mayor grado de seguridad y/o la inmediata salida o evacuación hacia sus lugares de procedencia por una cuestión de mera supervivencia. En esos momentos críticos, deben seguir imperando las demandas de nuestros clientes, aunque se conviertan en la antítesis de nuestros objetivos empresariales, profesionales y de destino.
En el fondo estamos hablando de una realidad social que está condicionando la actividad turística nacional, generando en ella experiencias negativas, irrecuperables e irreversibles. En estos momentos y con carácter prioritario, toca incorporar procesos que faciliten la seguridad de los turistas en Egipto y que pasen a un segundo plano los intereses economicistas que puedan anidar entre sus instituciones, profesionales, intereses y sector empresarial.
Este problema no sólo afecta a las instituciones nacionales, sino también al cuerpo diplomático existente en El Cairo. Por todo ello, una relación más fluida entre la actividad turística, la seguridad nacional y el cuerpo diplomático por un lado, y los turistas y visitantes por otro, mejorarán los servicios que se prestan en estos momentos críticos.