En esta pasada edición de la
Feria World Travel Market – WTM de Londres se celebró, organizada por la Organización
Mundial del Turismo – OMT, una Cumbre Ministerial que llevó como título “Turismo y Seguridad: promover los viajes
seguros y fluidos”.
Con el fin de abordar tan
sensible tema, se dieron cita más de 60 ministros de turismo y una alta representación de los diferentes
subsectores que conforman el turismo internacional.
Desde este blog, me siento plenamente
identificados con lo que allí se expuso, ya que muchos de los argumentos y
contenidos que surgieron en la cumbre, coinciden con nuestra línea de
pensamiento y nuestra visión del binomio turismo y seguridad.
Aspectos tales como “la inclusión del turismo en las estructuras
de crisis y de emergencia” de los destinos, de siempre nos ha parecido algo
consustancial a la actividad, aunque su engranaje transversal, sigue siendo una
de las asignaturas pendientes de los destinos y del turismo internacional.
Otro aspecto, que deseo resaltar
de la Cumbre, es el apartado de las “recomendaciones,
percepción y la coordinación”. Como hemos expuesto en varias ocasiones, la
comunicación es fundamental para la competitividad y credibilidad de los
destinos turísticos. Incidiría en que fuera una comunicación transparente y por
lo tanto, transmisora de los auténticos valores y con ello, se superara esa
actitud “tactista” de comunicar para encubrir carencias y desajustes, en este
caso, en materia de seguridad.
Asimismo, me parece del todo
acertado que uno de los principales retos que surgieron fue, el admitir que la seguridad
en la actividad “es una responsabilidad
compartida entre los sectores público y privado y entre las diferentes
instancias de las administraciones”. Aquí sigo considerando que la iniciativa y
actitud proactiva ha de surgir del sector. Hemos de interiorizar que es nuestro
interés el que prima y que el resto de las instancias gubernamentales no tienen
porqué disponer de una percepción turística de inicio. Pero, su aportación es y
debe de ser decisiva para el devenir del sector. Tener la capacidad de “turistizar”
e implicar a ciertos servicios públicos es una responsabilidad que nos atañe.
También deseo resaltar otro punto
de la Cumbre, el que hizo referencia a “si
no apoyamos a los destinos afectados tampoco podemos promover la estabilidad y
la paz”. Recientemente hemos hecho mención en este mismo blog, a la
relación existente entre la estabilidad y la paz con el sector turístico y
viceversa. Una relación que abarca factores tan dispares como el territorio, la
ciudadanía, la producción y el desarrollo social, la imagen y percepción
externa, etc.
En definitiva, siempre
consideraré un acierto que se sigan organizando cumbres en materia de turismo y
seguridad. Su alta sensibilidad las hace más valiosas ya que posibilitan el poder
confrontar diferentes opiniones y puntos de vista.
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