En el artículo anterior, se hacía mención a la necesidad de disponer de un
servicio de policial de turismo, a través de cuerpos especialmente creados para
tal fin o a través, de otros cuerpos policiales, al objeto de ofrecer sus
servicios a las demandas de los visitantes y turistas, sobre todo, en momentos
de crisis e inseguridad.
Y es que la actividad turística internacional, ha posibilitado la mejora y
modernización de muchos países por la gran dotación realizada en
infraestructuras, equipamientos y servicios. Entre las mismas, se está abriendo
paso el servicio de seguridad turística, como elemento de calidad
indispensable. Su dimensión y protagonismo puede parecer menor, pero su
incidencia transversal en el clima social de los destinos la hace ser cada vez
más notoria e imprescindible.
Policías y servicio turístico de seguridad que, ante las reiteradas necesidades
y demandas se va consolidando y generando una mayor fiabilidad entre los
mercados, algo decisivo para la suerte y el devenir de la competitividad de los
destinos.
Para que dicha fiabilidad adquiera el nivel deseado, se ve aconsejable
apostar por la puesta en escena de los denominados “parámetros
de calidad y de buenas prácticas” en materia de seguridad turística.
Parámetros de calidad que, debido a la singularidad del hecho turístico, exigen
el “desarrollo de criterios especiales”
presentes en toda “adaptación y/o mejora
permanente” para ir alcanzando “la
excelencia y el estatus” que a este servicio le debe de corresponder.
Criterios, adaptación y mejora que contemple:
a)
Un personal debidamente dotado y formado conforme a los requerimientos propios
de la actividad turística.
b)
El conocimiento de los procesos y disposición del material y herramientas
necesarias. Definición del conjunto de servicios y funciones a desempeñar. Medidas
informativas, preventivas, paliativas...
c)
La definición de servicios fijos, móviles e itinerantes. Instalaciones y
equipamientos en espacios elegidos ad hoc.
d)
La definición interna y externa del servicio. Back y Front Office.
e)
La interconexión con los diferentes intereses, agentes y colectivos
previamente definidos.
f)
La generación de información para ser utilizada estratégicamente como valor
añadido por los respectivos intereses turísticos y colaterales.
g)
La identificación de nuevas demandas y servicios que se deberán de ir incorporando
para disponer de un “servicio de seguridad
turística con un mejor acabado”
h)
El desarrollo de buenas prácticas excelentes. El reconocimiento de ciertas
funciones y servicios prestados con alto valor profesional y emocional.
i)
La capacidad de poder dar seguimiento y control a tiempo real al conjunto
de servicios que se prestan en materia de seguridad turística.
j)
Y todo ello, desde una actitud basada en el tacto y discreción necesarios. En
definitiva, se impone un “Saber hacer” + “Saber estar” en materia de seguridad
turística.
La conjunción y el desarrollo de toda esta batería de servicios de seguridad
turística, le dotará al destino de un marchamo de calidad y de un carácter
humanitario indispensable y cada vez más reconocido, tanto interna como
externamente.
Un servicio policial de seguridad turística orientado sobre todo hacia el turista
extranjero, no por una cuestión de privilegio, sino porque carecen del
conocimiento de los procesos a seguir y porque, en el caso de los turistas
nacionales, como ciudadanos de ese mismo país, la legislación y normativa
nacional existente ya contempla la cobertura necesaria.
Pero, es posible que un exitoso
servicio policial de seguridad turística, podría llegar a ser implantado en
otros servicios dirigidos al conjunto de la ciudadanía, como ya ha ocurrido con
otros servicios y equipamientos que, creados por motivos turísticos, han tenido
una incidencia positiva en la mejora del país y en el conjunto de los servicios
de sus ciudadanos.