En muchas ocasiones hemos afirmado que el sector turístico es muy vulnerable cuando coincide con hechos y situaciones violentas y de inseguridad. A ello hemos de añadir que pueden existir hechos delictivos que, de manera premeditada, están dirigidos a dañar más si cabe los intereses turísticos de cualquier destino del mundo.

Fueron 16 las personas que perdieron la vida, en su mayoría turistas extranjeros, lo que nos permite afirmar que en principio existió una clara motivación de atentar contra el colectivo de turistas extranjeros en Marruecos.
Por lo tanto, los turistas fallecidos se convierten en correo de transmisión y de propagación de un hecho infame que, va a incidir negativamente en uno de los sectores económicos más boyantes de un país/destino que goza de amplio reconocimiento, como es el caso de Marruecos.