
Una de las principales singularidades del hecho turístico es la imposibilidad de mostrar in situ el producto que se vende. La comunicación se vuelve así un factor determinante para enseñar las particularidades de los destinos, productos y servicios. Pueden surgir diferencias con los medios de comunicación en el modo de transmitir un destino a causa de un escenario de violencia, inseguridad o terrorismo.
Los promotores turísticos deben apostar por ofrecer una imagen favorable apostando por la transparencia, la credibilidad, el aumento y profundización de las relaciones con los medios y el realce del factor humano en la actividad turística.
¿Es esto factible, realista, idealista, prudente, contraproducente, posible?