lunes, 10 de octubre de 2011

La Policía Turística, un servicio irremplazable

Cuando hablamos de seguridad turística, nos viene a la cabeza la necesidad de disponer de un servicio policial que genere suficientes garantías a esa población flotante que representan los turistas y visitantes. Todo destino turístico que se precie de ser competitivo debe poseer el factor de protección, persuasión, información y respuesta inmediata que proporcionan los cuerpos policiales, tanto si estos son genéricos como si son específicos.

El objetivo es proporcionar seguridad a los turistas y visitantes por una cuestión, en primer lugar, humanitaria, y por derivación, por un interés sectorial. Se ha de ofrecer un servicio integral de calidad en los destinos, que incluya la seguridad turística, y dentro de esta, el servicio policial.

En muchos casos, se perciben ciertas debilidades, desajustes y carencias en dicho servicio, debido entre otros a los motivos siguientes:

1) Se considera que es suficiente con el servicio policial genérico de que dispone interiormente el país.
2) Existen policías turísticas específicas, pero cuentan con escasa dotación y reconocimiento.

En el primer caso, los desajustes aparecen cuando los turistas demandan ciertos servicios que no pueden ser ejecutados en su justa medida, porque el servicio existente está orientado expresamente hacia la propia ciudadanía.

En el segundo caso, la escasa dotación de equipamientos, procesos y soportes en muchos destinos y en sus respectivas policías turísticas hace que se trabaje con cierta precariedad y que prevalezca el voluntarismo y la predisposición de sus miembros como los únicos factores a resaltar.

Una mayor conciencia en los destinos sobre la seguridad y las policías turísticas es la mejor de las respuestas que se pueden ofrecer a un tipo de turista cada vez más exigente con este tipo de servicios prioritarios.