miércoles, 20 de mayo de 2009

RECONOCER LA CRISIS, EL PRIMER PASO PARA SUPERARLA

Uno de los principales problemas cuando el sector turístico debe afrontar una crisis es la dificultad y lentitud en admitir la existencia de dicha crisis. Los agentes turísticos nos empecinamos en hacer invisible la convivencia con situaciones anómalas, de violencia o inseguridad. Aparecen actitudes herméticas, cierto inmovilismo, indefinición, contradicciones, inestabilidad, justificaciones permanentes, etc.

En esa tesitura esperamos, con cierta ansiedad, la aparición de alguna fórmula salvadora y milagrosa que nos permita superar o contrarrestar, sin grandes esfuerzos o compromisos añadidos, esta situación de zozobra, vulnerabilidad y debilidad. No es la actitud más aconsejable. No asumir la crisis, la violencia y la inseguridad hace que las mismas se vayan asentando y paralelamente descienda el flujo de visitantes y turistas.

Admitir en nuestro fuero interno que convivimos con situaciones de inseguridad, crisis o violencia puede ser el camino más corto para superarlas. Admitir esto significa trabajar de forma estratégica, sin autoengaños ni cortapisas. Trabajar para contrarrestar la crisis no está reñido con mantener nuestra reputación e imagen turísticas.

viernes, 8 de mayo de 2009

MÉXICO COMO DESTINO TURÍSTICO

Fuente: Imágenes office

La pandemia de gripe A está afectando de manera alarmante a los aspectos económicos, sociales y culturales de México. Se está proyectando una imagen y percepción negativa de México a nivel internacional más dura y cruel que la propia epidemia. Hay un desajuste entre el impacto sanitario de la pandemia y el daño que está sufriendo el propio país.

Por eso debemos analizar cómo podemos contrarrestar los efectos de la crisis y qué herramientas debemos incorporar a nuestro día a día para combatirla. La incorporación de nuevos procesos, transversales u horizontales ha de ser norma habitual en nuestro sector con el fin de controlar procesos y relaciones atípicas, que por otro lado pueden revelarse decisivas para nuestra competitividad actual y futura.

Con ello el sector turístico irá superando situaciones de clara indefensión, de alta dependencia y de escasa capacidad de interlocución en momentos críticos como el que nos está tocando pasar.

miércoles, 6 de mayo de 2009

INCIDENCIA DE LA GRIPE A EN EL TURISMO (III)

Fuente: Imágenes Office

Las funciones añadidas de las que hemos hablado en el post anterior, se deben diseñar para superar la crisis turística bajo una óptica que no se reduzca a la recuperación inmediata de la producción y el negocio. Los destinos turísticos internacionales deben revisar los procesos y espacios productivos desde un punto de vista social, medioambiental o cultural que aporten una profundización colateral o un valor añadido al mero servicio turístico.

Se debe asumir un mayor compromiso moral y social con determinados colectivos y procesos, propios y ajenos al sector, existentes tanto en nuestro entorno como en los países emisores de turistas y visitantes. Esta integración de compromisos y responsabilidades redundará en una mayor fortaleza para superar las crisis o situaciones adversas.

Esto va a requerir un cierto coraje moral y político, una visión mental y emocional amplia. Se trata de ser capaces de afrontar y superar asuntos y escenarios inciertos, de coyunturas de escaso recorrido que generan una ansiedad inservible e improductiva.

lunes, 4 de mayo de 2009

INCIDENCIA DE LA GRIPE A EN EL TURISMO (II)

Decíamos en el post anterior que en el manejo de la crisis turística causada por la gripe porcina deberían prevalecer los aspectos sanitarios y humanitarios por encima de consideraciones materiales o sectoriales. Esta idea es importante porque probablemente se convierta en el modus operandi del sector.

Sin embargo, en el manejo de dicha crisis confluyen otros intereses o factores que no podemos perder de vista. El sector turístico internacional, no sólo México como destino turístico, vuelve a dar muestras de gran vulnerabilidad ante este tipo de situaciones. No sólo debe atenderse la caída de la producción de bienes y servicios, sino que hay que fijarse también en la pérdida de reputación.

Debemos proveernos de una serie de directivas útiles para afrontar estos desafíos, y asumirlos como funciones añadidas dentro de nuestras responsabilidades profesionales o laborales. La dotación de recursos a dichas funciones tenderá a convertirse en factor clave de competitividad sectorial, puesto que permitirá afrontar todo tipo de crisis con mayor rigor y templanza, sin improvisaciones forzadas por la urgencia.