jueves, 1 de febrero de 2018

SEGURIDAD TURÍSTICA: NUEVOS TIEMPOS - NUEVA IMPLICACIÓN




Que se analice y califique a los destinos, cuando conviven con la inseguridad e inestabilidad, hace que se cree una inquietud mal disimulada entre sus responsables.
Las opiniones de los grandes prescriptores de viajes, desde los medios genéricos y específicos, las nuevas centrales de opinión y comercialización hasta las recomendaciones oficiales de los gobiernos; es algo que les afecta, aunque les cueste admitirlo.
En la mayoría de los casos, el sector asume posturas de “acuerdo – contención” con la violencia e inseguridad con tal de mantener el estatus y una posición privilegiada entre los mercados. Con ello se intenta solapar, consciente y estratégicamente, hechos y realidades negativas que pueden llegar a emborronar y obstaculizar el normal desarrollo de la actividad.
Postura muy enraizada la de solapar, hasta el punto de que una mera iniciativa tendente a investigar y verificar la incidencia de la seguridad en los destinos puede ser percibida como una “actividad contraproducente” y, por lo tanto, no ser tenida en cuenta. Es más, en bastantes ocasiones, el profundizar en la seguridad por cierto, elemento clave para el propio sector; no sólo no doblega a los que la rehúyen, sino que les convencen de que hay que seguir evitándola.
Otros ejemplos, como la organización de discretas reuniones, congresos, seminarios y cursos específicos, no llegan a convencer a los escépticos sino que, en muchos casos, estos ven reforzadas sus tesis de seguir evitando los foros e intervenciones de esta naturaleza. En definitiva, no les interesa que se hable de lo que “no interesa”, y con ello evitan que surjan marcos de opinión sobre temas espinosos.
La aparición de este escudo protector y lleno de suspicacias en el sector, se debe a que durante mucho tiempo, se ha visto indefenso ante la manipulación, ante los castigos injustos y desproporcionados que no le correspondían, ante las tácticas de la competencia y todo ello adobado, con una escasa capacidad de interlocución interna. Pero por eso mismo, considero que han de ir combinando esta actitud defensiva, con la asunción de nuevas funciones.
Llegados a este punto. ¿Cómo convencer al sector público – privado de una mayor implicación en seguridad siendo conscientes, como son, que la seguridad es factor fundamental de su actual y futura competitividad?  ¿Cómo convencer…?
…Cuando ellos conocen mejor que nadie sus propias fisuras en esta materia
…Cuando la gran cantidad de energías y fondos que se dedican la imagen del destino, no llegan a convencer del todo a los mercados emisores y turistas
…De la necesidad de “introducir otras formas y contenidos” cuando los gestores turísticos, son auténticos expertos en la filigrana de la comunicación.
…Que llegar a la súplica en la negociación con los mercados no es sino una expresión gráfica de las carencias (de seguridad) existentes en los destinos que representan
…Que en dichas negociaciones los interlocutores de los mercados exigen sin exigir “nuevos escenarios” y más garantías (de seguridad)
…Que han de presentarse en dichas negociaciones con sólidos argumentos turísticos y de servicios ajenos al sector
…Que solapar cierta información no sirva para mucho cuando probablemente el interlocutor dispone de una información más amplia y detallada sobre la realidad social y de seguridad del propio país – destino
Ante este escenario, considero que los que estamos en esta trinchera del binomio “turismo y seguridad” también debemos de realizar nuevos esfuerzos orientados a intentar convencer a los que no lo están. Pero no solamente para que reconozcan que se deben de implicar más y de diferente forma, sino para que realmente se impliquen.
Para ello deberemos de usar diferentes enfoques, dando a conocer los motivos y rebatirlos para ampliar la implicación del sector pero desde los sentimientos, colocando la fría lógica en un segundo plano. Debemos dotarnos de gran empatía y sensibilidad, debemos darles la palabra y mucho tiempo para que se explayen, conectarnos emocionalmente y abordar los escenarios y puntos más sensibles cuando la confianza sea franca y notable.

En definitiva, todos seguimos teniendo pendiente el reto de una mayor implicación en el binomio seguridad y turismo. Una argumentación que persuada desde el más profundo conocimiento de  la situación, ayudará a que todos aportemos algo más desde nuestros diferentes puntos de vista.

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