martes, 19 de diciembre de 2017

LA GESTIÓN INTERPRETATIVA DE LA SEGURIDAD




Todos los destinos competitivos suelen dar a conocer y explicar sus virtudes de forma amena, clara y sencilla, al objeto de captar y seducir al mayor número de turistas y visitantes, Eso exige que sus gestores sean expertos en utilizar y transmitir, de manera oportuna las características de sus entornos además, de dotarles de un sesgo interpretativo que facilite la comprensión integral del denominado “el todo turístico”.

Un hecho interpretativo que está muy condicionado por tres factores clave; la distancia de los mercados, un tiempo de estadía muy definido y unos medios digitales que nos orientan hacia la concreción y simplificación de los mensajes

La visión e interpretación de los destinos que causan de entrada, sorpresa y curiosidad por lo que representa conocer un nuevo escenario. El contraste que se da entre el entorno - origen de los turistas y el de los destinos, ayuda a que la experiencia turística surja con cierta fluidez, lo que normalmente conlleva, significativos niveles de satisfacción y reconocimiento. Como ven estoy hablando de un “don interpretativo” que está orientado “hacia fuera” hacia los mercados, turistas y visitantes en quienes, indudablemente se desea incidir.

Junto al mismo, considero necesario disponer de “otro don interpretativo” por motivos de seguridad, en este caso, dirigido hacia el interior del propio sector e instancias colaterales previamente definidas, donde primen la mesura y discreción como forma de comportamiento más relevante. Con ello se desea promover la comprensión del binomio turismo y seguridad y los motivos de esta nueva actividad ante las instancias antes mencionadas.
Y lo propongo por una cuestión que denomino “teoría de la responsabilidad social y sectorial turística”, a través de la cual, el sector se ha de implicar en el análisis interno de todos los motivos generadores de inseguridad que le pueden afectar de manera directa, indirecta y circunstancial.

Estamos hablando de una gestión interpretativa interna por la seguridad compuesta por una reflexión objetiva, basada en el profundo conocimiento de la situación y su incidencia en el sector algo que normalmente, no se evalúa desde otras instancias y colectivos por considerarlo innecesario y hasta inapropiado.
Por ello, nuestro colectivo debe de buscar el sentido de los hechos negativos e inseguros que se generan desde el entorno y/o desde la propia estructura turística. En ambos casos, se deberá tener en cuenta el contexto social del país, dotarlo de un cálculo turístico y darlo a conocer a las instancias mencinadas.
Una gestión interpretativa interna por la seguridad a desarrollar en profundidad que, a través de comentarios, relatos y datos; pretenda que se conozca mejor la actualidad que rodea a los intereses turísticos con respecto a la inseguridad y viceversa. Lo que se persigue es que los agentes no vinculados al sector, perciban la conexión de la violencia e inseguridad con el inmediato reflejo negativo en el termómetro turístico. En el fondo es expresar las claves del porqué existen esas alteraciones y el posterior desgate que ello ocasiona, más que describir notarialmente qué cosas y actos violentos ocurrieron.

Por una cuestión de credibilidad, se deberá de evitar las opiniones personales, basarse en hechos y realidades medibles y pertinentes. En ese sentido, los responsables turísticos no sólo han de reproducir lo que ven y oyen, sino que desde su “lente turística” han de percatarse de los efectos en el sector, porque es imposible descontextualizarlos de una situación de violencia e inseguridad concreta. Y es que, los efectos negativos en el turismo, no surgen de manera aislada, sino que parten de una realidad más amplia en la que está incrustado nuestro sector.

En definitiva, sería conveniente poner en marcha, una gestión interpretativa interna por la seguridad que sea capaz de analizar, de exponer situaciones, sociales, laborales, económicas, de imagen, de influencia y notoriedad, de expresar las claves y finalmente, de adelantar escenarios de recuperación sectorial, contando siempre con la inestimable contribución y apoyo de sectores e intereses colaterales, lo que exigirá nuevos compromisos y procesos para nuestro sector.

Con ello, y adicionalmente, el sector tendrá la ocasión de superar la “burbuja aislacionista” en la que muchas veces se encuentra con respecto al resto de los agentes sociales y hasta sectoriales de su propio entorno.

domingo, 3 de diciembre de 2017

POST VERDAD; INESTABILIDAD Y REVISIÓN DE RELACIONES.



                                                                                    Foto: Fernando Iglesias

Nos está tocando vivir tiempos donde las relaciones y la comunicación se están viendo coartadas por actitudes cada vez más insolentes e irrespetuosas, donde diferentes colectivos y personas evitan y omiten la emisión de hechos y realidades tangibles, con tal de tener la oportunidad de ver reflejadas sus opiniones en los medios digitales. Admito que son la parte más llamativa y cotidiana, que no la única, de unos potentes medios.

Opinión y medios donde la palabra Posverdad (palabra del año 2016 según el Diccionario Oxford) se ha convertido en un término de referencia a través de la cual, se priman las emociones y las creencias particulares, frente a los hechos y situaciones objetivas.
Así, se va consolidando el principio de “que algo que aparenta ser verdad es más importante que la propia verdad”. Y todo ello con el objetivo de anteponer ciertas ideas preconcebidas e intuitivas, a cualquier proceso riguroso y generador de noticias.
Hablamos de unos medios que se hacen más visibles porque disponen entre otras facultades, la de desarrollar situaciones con altas dosis de maquinación, lo que les convierte en algo preocupante y de difícil control para muchas personas, intereses y colectivos.

En suma, estamos hablando de unos medios que técnica y negativamente:
·         Permiten el uso de titulares llamativos y no muy extensos.
·         Facilitan el despliegue de este tipo de noticias, pasando de clickear a compartir.
·         Fueron diseñados para facilitar la distribución y por lo tanto, “no están obligados” a revisar discursos incisivos, afirmaciones contradictorias, noticias falsas, exageradas y engañosas, etc.
·         Favorecen las noticias más populares y fáciles de digerir sin comprobar la fiabilidad de la fuente.

Así este magnífico canal de comunicación es capaz de facilitar, entre otros aspectos, la difusión de contenidos interesados y no ajustados a hechos constatables vulnerando con ello, el factor ético que ha de estar presente en la elaboración de toda noticia o comunicado.
Teniendo en cuenta el intrusismo de los medios, de la denominada post verdad y su fácil acceso a todo tipo de campos y escenarios; creo que pueden llegar a influir en la actividad turística. Sus acciones de marketing y de comunicación, el posicionamiento de las marcas y hasta la seguridad de los destinos, pueden verse condicionados por este nuevo comportamiento informativo.

Y puede llegar a influir, porque han aumentado las posibilidades de opinión y observación del turista final que, hasta hace poco, se basaban en la clásica relación entre las campañas de marketing y la respuesta que ante ellas, tomaban los mercados y turistas. Por lo tanto, dichas relaciones entre oferta y demanda turísticas se están viendo alteradas porque ambas esferas viven en un “mismo entorno informativo”. Ambas pueden acceder a un mismo nivel de información de destinos y de mercados.
Esto no quiere decir que las acciones de proyección, comunicación y de marketing vayan a desaparecer, sino que su influencia se está viendo alterada por ese aumento del poder de observación claro, inmediato y desde cualquier parte del planeta.
Así, los medios que antes facilitaban la penetración, el posicionamiento y la marca de los destinos e intereses, ahora también permiten a mercados y turistas, penetrar en sentido inverso y no tienen porque hacerlo con las mejores intenciones.
Llegados a este punto y para hacer frente a este nuevo desafío, considero aconsejable revisar las fuentes creíbles, seguras y contrastadas que conforman la base de todo destino e interés turístico competitivo.
Desafío - revisión que ha de ir orientada a preservar los elementos referenciales básicos de todo destino e interés sectorial, la divulgación del sistema turístico que impere, la veracidad de sus contenidos y el derecho de elección de los mercados emisores y de los turistas sin trampas ni cortapisas.

Para ello y finalmente, ha de primar la no ocultación de lo turísticamente relevante, entre los destinos y mercados y viceversa, sin que esa facilidad de acceso llegue a alterar los derechos, y se reitera, de los destinos y de los turistas finales.