lunes, 31 de julio de 2017

¿SON SUFICIENTES LAS TÁCTICAS DE MARKETING PARA LA SUPERACIÓN DE LA INSEGURIDAD DE LOS DESTINOS?




Con la inestabilidad existente a nivel global aparecen noticias que invariablemente, son suplantadas por otras, casi de inmediato. En este contexto, las noticias sobre la seguridad – inseguridad de los destinos y países no son una excepción; ya que se ven reflejadas en los medios de comunicación y a través de otras fórmulas con acceso directo a los potenciales turistas y visitantes.
Ello genera un escaparate globalizado de entornos y realidades turísticas que persiguen captar la atención de dichos turistas con su consiguiente efecto de atracción, de indiferencia o de rechazo.
La emisión de dos tipos de información, positivas y negativas, hacen que las tácticas de marketing se hagan más visibles, tanto por reiteración como por contenidos. Esta sobreexposición tiene como objetivo contrarrestar los efectos negativos de toda realidad violenta y su proyección entre los mercados.
Sin embargo, considero que dicha táctica de marketing debe de ser complementada de otros elementos o actividades que la refuercen y le doten de más credibilidad. Hemos de pensar que el diseño y contenidos de los mensajes están creados preferentemente para reforzar los intereses de unos destinos condicionados por la violencia e inseguridad pero, la consabida intervención sobre las causas y los efectos de la inseguridad, siguen siendo una asignatura pendiente, lo que impide que dichas tácticas de marketing dispongan de nuevos argumentos y generar con ello, la confianza y credibilidad necesarias entre sus respectivos clientes.
Otro aspecto que deseo señalar es la influencia negativa que la inseguridad genera entre los agentes turísticos, públicos y privados, del cualquier destino internacional. He hecho varias veces referencia a la inestabilidad, al conformismo, autocomplacencia y a la resignación de los agentes del sector cuando conviven con la violencia e inseguridad. Agentes que por otra parte, soportan los efectos de la inseguridad y violencia, llegando a estar sicológicamente muy condicionados.
Agentes públicos y privados, a los que considero piedras angulares del sector por representar a las empresas, instituciones y a sí mismos en dichos momentos críticos.
Unos agentes que en su fuero interno…
  • Llegan a ser víctimas de intimidación y de estar expuestos a la violencia y a lesiones físicas y síquicas.
  • Soportan relaciones tensas a nivel profesional y hasta personal ocasionadas por unos escenarios que no controlan, lo que les genera falta de atención.
  • Están en permanente posición de vigilancia lo que les impide poder relajarse y desempeñar sus funciones con total normalidad.
  • Presentan signos de agotamiento, de falta de convicción, de inmovilismo y de conductas contradictorias a la hora de exponer / no exponer la situación con la que conviven.
Esos mismos agentes, son los que priorizan las tácticas de promoción y marketing a la hora de buscar soluciones a su precaria situación profesional y hasta personal. Unas tácticas de marketing logradas y sofisticadas que por el contrario, se ven frecuentemente superadas y condicionadas por la violencia y las crisis, lo que se traduce en actitudes y mensajes confusos y, en muchos casos insuficientes con los objetivos y escenarios que se persiguen.

Para mejorar dichas tácticas y contenidos de marketing y con ello el estado anímico de sus profesionales, será aconsejable que la respuesta a la inseguridad turística…
  • Tienda hacia la búsqueda de nuevos colaboradores.
  • Parta de la dura realidad. No existe el perfeccionismo sectorial cuando se convive con la violencia e inseguridad. No nos engañemos ni se intente engañar.
  • Aprenda a poner en marcha nuevas y firmes relaciones disfrutando del conocimiento que aportan. Nuevas líneas de pensamiento e intervención, institucional y empresarial, para reducir responsabilidades y ampliar el abanico de mejoras
  • Se cuide integralmente los intereses, públicos y privados, dentro de un contexto de país y destino.
  • Se tiendan a resolver los nuevos cometidos, que serán más sencillos y fluidos de desempeñar cuando se dispongan de los colaboradores específicos.
No deseo finalizar, sin hacer mención a la influencia positiva que dichas mejoras tendrán no sólo en el sector, sino en el conjunto del país o destino. Y es que, como el sector turístico ha tenido mucho que ver con la modernización de las grandes infraestructuras y equipamientos; estas otras también redundarán en la calidad de vida y en la seguridad integral de sus ciudadanos.






jueves, 20 de julio de 2017

EL AUTENTICO VALOR DE LA SEGURIDAD TURÍSTICA




Ref: Global Protection Gate.

La solución al desafío de la inseguridad se irá alcanzando a través de profundos acuerdos entre la sociedad y el sector turístico, lo que obligará a poner en marcha iniciativas no tenidas en cuenta hasta la fecha, que darán paso a un paulatino reconocimiento de lo que supone la inseguridad integral para los destinos y el sector.

Partimos de destinos e intereses turísticos que conviviendo con la inseguridad, utilizan infinidad de clichés, consignas, eslóganes que, unidos a las nuevas tecnologías, les permiten navegar con cierta autocomplacencia pese a seguir soportando dosis y realidades inseguras con las consiguientes dudas y falta de credibilidad. Esto hace que, desde el sector, la auténtica reacción ante la inseguridad tarde mucho en darse, lo que pospone y dificulta el llegar a superar dichos escenarios y situaciones límites.
Además, tal es la fuerza de “lo establecido en materia de seguridad” que existen escasas posibilidades de alterar este escenario mediante el desarrollo de iniciativas y políticas más transversales. 
Y es que están muy definidas las estructuras, responsabilidades y funciones de seguridad y su relación, siempre puntual y diplomática, con un sector turístico que, en la mayoría de los casos, continua  acomodado y con una notable falta de convicción en esta materia. Ello hace que se acepten como “buenas” las realidades existentes aunque todos sepamos que la inseguridad, en mayor o menor medida, sigue estando presente.

Tomando todo ello como referencia; ¿por qué es necesario profundizar en el valor de la seguridad turística?

Porque la seguridad turística se convierte en un nuevo campo de conocimiento para muchos agentes y estamentos. De hecho, profundizar en la seguridad turística no significa negar la realidad existente, la inseguridad es algo inevitable que está ahí, y a la que se debe de hacer frente integralmente.

Porque los que se encierran en “lo suyo” y en “a mí esta vez no me ha afectado” en su fuero interno, son conscientes que el desarrollo de su actividad no satisface integralmente las demandas del propio sector y de sus turistas y visitantes.

Porque existe “otra seguridad de rango superior” necesaria a todas luces, pero que no tiene en cuenta ciertos factores fundamentales para el sector y su desarrollo.Un claro ejemplo que se percibe en la mayoría de los destinos internacionales es, la existencia de una “prioridad y certeza policial”  que, considero sería aconsejable que estuviera acompañada de un conjunto de procesos decisivos para la suerte turística de los destinos. Si esto no se da, se seguirán obviando las necesidades reales del sector, la frustración seguirá estando presente y continuará asentándose esa dudosa reputación entre los mercados y los turistas.

Porque en la seguridad turística, una mayor participación sectorial (no solo monetaria) no es obstáculo ni enemiga de nadie. Poder intercambiar opiniones sobre lo que se ha de hacer en esta materia, supone un salto cualitativo para el sector y para los colectivos e instituciones colaterales.

Para que todo ello se desarrolle con total normalidad, las demandas del sector no deben tratar de agitar la estructura de seguridad existente sino que, desde una mutua aceptación, se ha de tender al enriquecimiento, a la dotación de mayor valor para todas las partes implicadas y en consecuencia, a la mejora de la exportación del servicio turístico nacional.
Pensemos que, frente a la angustia que genera la inseguridad, su desarrollo sectorial ha de conllevar la superación de funciones y responsabilidades preestablecidas que irán generando un escenario social y turístico más solidario y compartido.


Porque en definitiva, cuando un país o destino se enfrenta a una inseguridad persistente, no basta con apelar y utilizar las estructuras y normativa vigentes, sino que se deberán buscar nuevas fórmulas y relaciones que las superen y complementen; donde queden perfectamente delimitados los objetivos, no solamente sociales sino también sectoriales.