lunes, 3 de octubre de 2016

Violencia e inseguridad turísticas. Evaluar donde estamos preparados y donde somos vulnerables.

En el actual contexto, la violencia e inseguridad en la actividad turística internacional es demasiado amplia y dispersa como para hacerlas frente únicamente desde el propio sector, aunque este contara con los mejores presupuestos y con una decidida voluntad de luchar contra ellas.
Existe todo un repertorio de posibles situaciones, de naturaleza turística, no turística, de fuerte y/o escasa repercusión que nos pueden hacer desembocar en situaciones límite. Repertorio que conlleva la aparición de considerables dificultades a la hora de formular estrategias y definir recursos porque no se puede predecir qué situaciones o realidades se convertirán en auténticas crisis y obstáculos para el sector.
De hecho la mayoría de los destinos turísticos internacionales han sufrido y soportado diferentes tipos de crisis, lo que habla de la complejidad y dificultad para poder ser abarcada integralmente.
Como en cualquier situación enrevesada, las crisis turísticas se rigen por importantes dosis de incertidumbre y de impotencia generalizadas. Pero dicha incertidumbre e impotencia no justifica el no hacer nada o poner en marcha procesos meramente testimoniales.
Aunque no es posible predecir qué tipo de de violencia e inseguridad puede llegar a afectarnos, la visión e identificación proactiva de sus posibles expresiones, nos permitirán agruparlas por familias, comenzar a estudiarlas y con ello, poder contrarrestar sus efectos.
Llegados a este punto, creo recordar que, en este mismo blog, sugerí en su día que, “el preservar y el realzar las nuevas relaciones con otros agentes ha de volverse objetivo prioritario para los intereses del sector”
Con ello quería referirme, entre otros aspectos, a la necesidad de utilizar herramientas de diagnóstico y evaluación de la crisis turística, no solamente por los agentes del sector, sino que también lo sean por otras instituciones y colectivos.
Con ello deseo recalcar que la evaluación de la crisis y de la vulnerabilidad turística es demasiado compleja como para disponer de una única visión y percepción de la realidad. Compartir puntos de vista sobre lo que estamos o no preparados, qué aspectos se han descuidado, no se han tratado, etc., etc., nos permitirá a los agentes y responsables turísticos identificar carencias en materia de gestión de las crisis turísticas.
Por lo tanto, la discusión y el intercambio de pareceres sobre el porqué la actividad turística se ha centrado en ciertas herramientas y tácticas descuidando a otras, abrirán nuevos escenarios de mejora en la gestión de estos momentos críticos por violencia e inseguridad.

Por todo ello, si en la gestión de las crisis turísticas, solamente operan y están implicados una o dos instituciones o colectivos, deberemos de preocuparnos, es la primera señal. Y ello significa que, la institución turística de referencia y el destino al que representa, son propensos a sufrir los embates de la crisis y de la inseguridad. 

3 comentarios:

Daniela dijo...

Disfrutè mucho la lectura de tu post.
Gracias y saludos.
Te voy a seguir ;D

Moderador dijo...

Encantado de que te haya gustado. Espero que podamos seguir en contacto. Es un tema clave para el.presente y futuro de nuestro sector. Saludos. Iñaki

Moderador dijo...

Encantado de que te haya gustado. Espero que podamos seguir en contacto. Es un tema clave para el.presente y futuro de nuestro sector. Saludos. Iñaki