viernes, 12 de junio de 2015

Inseguridad y Turismo: Seguir innovando



De nuevo un ataque suicida ha tenido como objetivo un destino turístico y la vida de sus turistas y visitantes. Luxor uno de los destinos más emblemáticos de Egipto se ha visto sacudido por una acción  totalmente deleznable.

Les hablo de Kuxor, pero este hecho puede surgir en otros puntos de planeta. Desgraciadamente, la historia se repite y parece que la actividad turística y los destinos en general, deben de seguir mejorando su seguridad. En este sentido, estoy convencido que ya lo están haciendo y que lo siguen intentando. Es más, en este caso de Luxor, la vigilancia preventiva existente evitó males aún mayores.

La singularidad del hecho turístico le convierte en uno de los objetivos fundamentales de los grupos violentos y terroristas y de otro tipo de colectivos y delincuentes que, aun con menor repercusión, también generan un poso negativo. La cadena de atentados que se producen en muchos destinos, junto con un tipo de violencia más habitual y doméstica así nos lo confirma.

Y es que la actividad turística también tiene la particularidad de propagar rápidamente noticias negativas. Y ello se da, porque el bienestar y salud de las personas fuera de su lugar de residencia, es un aspecto tan sensible que cualquier alteración negativa de esa situación, se convierte en un hecho noticioso de fuerte repercusión, sobre todo, entre los países de procedencia o emisores.

A partir de este escenario, los reales y potenciales turistas, el conjunto de intermediarios y los medios de comunicación, comienzan a imaginar e indagar sobre la situación de los destinos afectados por dichas situaciones de violencia. Esta situación se convierte en el mayor obstáculo para el destino y las empresas e intereses allí asentadas.

Por lo tanto, el  disponer de  los mejores servicios - armas existentes en materia de seguridad,  de la mejor estructura de gestión de riesgos naturales, el  tener planes preventivos y paliativos ante todo tipo de emergencias parece que, en muchos casos, no es suficiente.
Junto a este reconocido conjunto de servicios, la actividad turística y los turistas en momentos de crisis necesitan y exigen:
  • ·         Mayor relación entre diferentes. Servicios de seguridad interconectados.
  • ·         Servicios de seguridad realmente orientados hacia el sector y hacia ellos.
  • ·         Una comunicación transparente, creíble y generadora de confianza.
  • ·         Y un manejo de las situaciones críticas elásticas y adaptables a la singularidad de los turistas y de los destinos.

Estamos hablando de novedosos procesos de innovación basados en relaciones totalmente transversales con fuerte incidencia en la creación de redes y clusters.
Y todo ello, asentado en el tiempo y, por lo tanto que no sea fruto de la improvisación y de la inmediatez. Pensemos que las crisis tienen ciclos de vida cada vez más cortos pero la reiteración de las mismas, parece que va en aumento.

El reto sigue vigente, los turistas y visitantes nos dan pistas y están orientando nuestro cometido de implantar y mejorar la seguridad turística integral de nuestros destinos.

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