lunes, 17 de febrero de 2014

Atentando en Egipto. De nuevo, se ve afectada la actividad turística.

Un grave atentado terrorista está afectando al destino turístico egipcio donde han muerto, hasta este momento, cuatro turistas surcoreanos y el conductor del autobús, además que hay más de una treintena de heridos de cierta consideración.
De nuevo, y parece que de forma premeditada, la actividad turística egipcia, es tomada como objetivo prioritario por parte de los terroristas que se fijan en este sector, para dañar la economía nacional y por extensión, para desvirtuar la imagen de Egipto en el exterior.
Estos hechos tienen una repercusión inmediata a nivel internacional. En escaso periodo de tiempo, la noticia se ha divulgado a nivel universal y con ello, y al depender de mercado emisores externos, los intereses turísticos egipcios, tanto públicos como privados, se ven afectados notable y negativamente. Una incidencia negativa que ya se está viendo reflejada:

1) En los círculos de proximidad, familiar y social, de las víctimas. 
2) En el conjunto del mercado emisor de turistas surcoreanos. 
3) En el conjunto de mercados emisores internacionales. 
4) Entre los agentes intermediarios, emisores y receptivos, que operan en y con Egipto. 
5) En el conjunto del sector turístico y de servicios existente en el país. 
6) En los procesos de tipo diplomático y técnico - administrativo que se han de desplegar con total inmediatez. 
7) En la argumentación y explicación que se ha de poner en marcha desde los intereses turísticos egipcios.

Una comunicación que probablemente genere más incertidumbre y contradicciones. Y probablemente, y para contrarrestar esta situación, se sigan utilizando herramientas y tácticas de “destinos turísticos normales”, junto con otra serie de servicios públicos y privados que están dirigidos y diseñados, en gran medida, para dar respuesta a la propia ciudadanía egipcia pero que, al surgir algún problema entre los visitantes y turistas; aparecen todo tipo de desajustes y servicios deficitarios. 
En definitiva, se sigue reaccionando y se trabaja siempre a remolque de los acontecimientos en vez de, planificar integralmente los servicios de seguridad que todo turista “exige sin exigir”, cuando programa sus periodos vacacionales. 
El buscarse colaboradores y aliados, internos y externos, desde el sector turístico egipcio, es un factor fundamental para poder recuperar unos niveles de competitividad necesarios a todas luces. Por otro lado, pensemos que esta situación afecta a todo el sector turístico internacional. El pensar, en nuestro fuero interno, que “a mí no me ha tocado esta vez” es no admitir una situación que también existe en otros destinos, aunque la repercusión no sea tan grande. 
Destinos donde se puede estar dando un tipo de violencia e inseguridad más básica y elemental pero que va desvirtuando progresivamente las respectivas realidades turísticas y la reputación existente entre sus potenciales y reales mercado emisores de turistas. 
Por lo tanto, nadie puede admitir que todo lo tiene resuelto en materia de seguridad turística. Vayamos interiorizando la necesidad de aplicarnos en esta materia tan sensible y tan decisiva para nuestro sector. Nuestros turistas, la imagen, la reputación y nuestras respectivas marcas turísticas y de país nos lo agradecerán.

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