miércoles, 17 de abril de 2013

¿Quién posee la información sobre la seguridad turística?

La información sobre la seguridad turística es un factor cada vez más valioso para los destinos turísticos internacionales porque incide en la competitividad del sector, y por lo tanto, en los intereses turísticos nacionales. Una información que inicialmente surge de las propias entrañas de los destinos y que ha de ser manejada con la mayor intensidad y calidad posibles, por los propios agentes turísticos nacionales.


La divulgación y la salida de esa información hasta los potenciales o reales mercados emisores de turistas, hace que nuestra capacidad de influir en dicha información vaya disminuyendo, ya que se convierte en una información compartida con otros agentes y colectivos implicados.

Pensemos que el conocer la realidad sobre la seguridad de nuestro destino, nos permite poder informar detalladamente sobre el mismo. El que no lo hagamos, pudiéndolo hacer, hará que surjan las dudas y la rumorología sobre nuestros destinos e intereses turísticos.

Pero mucho más grave será que no sepamos lo que ocurre en nuestra propia casa en materia de seguridad turística. Y por extensión, algo todavía más peligroso: que exista una mayor y mejor información sobre nuestra seguridad turística entre los propios mercados emisores y sus representantes. Me refiero a las embajadas y cuerpos consulares, algunos medios de comunicación, ciertos tour operadores o hasta los propios turistas, que pueden disponer de una información más detallada y actualizada sobre nuestra situación interna en materia de seguridad turística.

Llegados a este extremo, la credibilidad como país y como destino turístico se resentirá gravemente, con los consiguientes efectos negativos en los procesos turísticos y de servicios nacionales. 

Definir lo que se ha de hacer en esta materia, desarrollarlo de una manera transparente y creíble, e incluir ciertos componentes de seguridad en los campos de la comunicación y el marketing turístico, nos permitirá recuperar la capacidad de convicción ante los mercados emisores de turistas.

viernes, 5 de abril de 2013

El que avisa al viajero no es traidor


Con este llamativo encabezamiento, el diario español El País publicaba un artículo el pasado viernes 29 de marzo de 2013. En su primer párrafo, quedaba reflejado que:

“Cuando el Gobierno en una situación de  emergencia consular, decide intervenir en operaciones de asistencia en el extranjero que comporten la utilización de recursos presupuestarios del Estado, éste podrá exigir el reembolso de la totalidad o parte de los mismos a quienes se hayan expuesto voluntariamente a riesgos sobre los que el Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación informa en sus recomendaciones de viaje, publicadas y actualizadas puntualmente, en relación con las condiciones de seguridad en los distintos países y regiones del mundo.” 

 

Un párrafo del todo expresivo, donde de manera directa, indirecta y circunstancial se está invitando y aconsejando a los turistas y viajeros españoles a que refuercen sus medidas de seguridad  y sigan los consejos y recomendaciones que se publican en las páginas del Ministerio cuando se desplazan o van a desplazarse al exterior.

Implícita y explícitamente, se les está informando de que han de asumir un mayor grado de compromiso y responsabilidad personal ante situaciones y escenarios críticos, de riesgo o de cierta incertidumbre e inseguridad. 

Desde mi punto de vista turístico, ese mayor grado de compromiso y responsabilidad se desea hacer extensible a los países – destinos turísticos para que asuman un papel más contundente y decisivo en materia de seguridad turística. En caso contrario pueden verse señalados en las recomendaciones de viaje, también conocidos como warnings, que tanta inestabilidad generan entre los responsables de la mayoría de los destinos turísticos internacionales. 

Como agentes turísticos, cada vez hemos de tener más en cuenta la repercusión que tiene la inseguridad en los mercados emisores de turistas, incluso cuando pueda ser una repercusión injusta y desproporcionada.

Esta empatía y mayor comprensión de nuestros mercados emisores de turistas, ha de llevar consigo la ampliación y mejora de nuestros servicios de seguridad turística integral, lo que redundará en la competitividad de nuestro sector y país, y por extensión, se traducirá en un mayor grado de credibilidad y fiabilidad.