lunes, 24 de septiembre de 2012

La seguridad turística y el papel del sector privado


El sector turístico privado tiene una gran responsabilidad en esta materia tan sensible y especial  para sus propios intereses. Partimos de un hecho: el pacto o contrato existente entre las empresas del sector con sus clientes finales o sus representantes ya va definiendo el grado de compromiso que la empresa privada ha de asumir de facto en esta materia. 


El hecho de que ciertos aspectos no se vean reflejados en esos pactos o contratos, no les exime a las empresas de tener que garantizar la seguridad integral de sus clientes, mientras el tiempo de ese pacto esté vigente. Si profundizamos en las condiciones de dichos pactos o contratos, veremos que en gran medida, la seguridad está vinculada a los servicios turísticos que consume el cliente de manera independiente, como  hoteles, restaurantes, centros específicos de ocio,  medios de transporte, guías de acompañamiento, servicios especiales, etc. 

Junto a todos estos aspectos, hemos de tener en cuenta que la motivación y el poder de atracción por el cual los turistas o sus intermediarios han contratado los servicios de nuestros establecimientos, posiblemente se encuentren en el entorno próximo o en la periferia de nuestros propios establecimientos. Es más, como empresas privadas no hemos tenido reparo en alardear de las bondades y de la singularidad de ciertos recursos, espacios y atractivos, normalmente de carácter público, a la hora de intentar captar más turistas y visitantes para nuestros respectivos intereses y negocios. 

Parece lógico pensar que la seguridad de los turistas está más o menos garantizada durante el tiempo en el que permanecen en nuestros establecimientos. En este sentido, como empresas privadas hemos tenido que realizar inversiones en equipamientos y servicios de seguridad contemplados en la ley y, además, hemos tenido que realizar inversiones adicionales para garantizar unos porcentajes de seguridad próximos al 100%.

Pero, ¿qué pasa cuando los turistas salen de nuestros establecimientos y servicios y desean profundizar y conocer  los recursos y atractivos principales por los cuales están entre nosotros? ¿La responsabilidad de los establecimientos turísticos sigue vigente? Siguen siendo nuestros clientes, por lo que, ¿hasta dónde llega nuestro compromiso para con nuestros clientes / turistas?

Hemos de ser conscientes de que su integridad va unida directamente a nuestra credibilidad, y por extensión, a nuestra cuenta de resultados, algo que nos preocupa sobremanera. ¿Cuál debe de ser nuestra función? ¿Debe de existir un “continuo” en nuestro servicio que garantice la seguridad de los turistas en ese entorno elegido que también es nuestro entorno?

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