jueves, 22 de marzo de 2012

Seguridad Turística: del Sinaí egipcio a la provincia de Salta en Argentina

La falta de seguridad turística aparece como un hecho común y reiterado en muchas partes del planeta. De manera puntual o asentada, la inseguridad existe o hace acto de presencia con la consiguiente repercusión externa, que va desde el propio ámbito local al universal, incluidos los mercados emisores de turistas.


Los hechos acaecidos en la península del Sinaí (el secuestro e inmediata liberación de dos turistas brasileño–norteamericanas) y en Salta (el acoso reiterado a varias turistas extranjeras) nos hablan de hechos muy alejados el uno del otro.

Sin embargo, ambos hechos delictivos han tenido y tendrán una repercusión interna y externa, que alterará el normal desarrollo de sus respectivas actividades sectoriales. Es más, los destinos tendrán dificultades para admitir y percibir esa repercusión.

En el caso del Sinaí, pese a la rápida solución del secuestro, el destino y su imagen se verán deteriorados. Se percibe que dicho territorio atractivo, seductor, natural e inhóspito no dispone de las garantías necesarias para generar servicios humanitarios, preventivos y paliativos, cuando realmente son necesarios.

En el caso de Salta, existen unos reiterados hechos delictivos contra turistas que, algunos de los responsables sectoriales y sociales tardan en admitir y asumir. Con ello queda reflejado que las turistas sufrieron una peligrosa situación de indefensión, al no encontrar el apoyo y el consuelo necesario entre los propios agentes turísticos que, por cierto, son los que les invitaron a conocer ese maravilloso lugar.

En ambos sectores y destinos, aparecerán actitudes contradictorias, autojustificativas, dudas e incertidumbre que no harán sino agravar la crítica situación existente. Con todo ello, parece que se siguen primando los intereses de los destinos...

Cuanto antes hagamos coincidir los intereses de los turistas con los destinos y viceversa, y más en momentos de crisis e inseguridad, mejor será para todos. No nos olvidemos de los turistas o pondremos en jaque la competitividad de nuestros respectivos sectores y destinos.