martes, 7 de junio de 2011

Túnez y su recuperación turística

La revuelta social y política de Túnez a principios de este año sigue teniendo una incidencia directa sobre el desarrollo turístico del país, cuyos procesos de producción y servicios turísticos siguen siendo los mismos, salvo en pequeños matices. Hasta esa fecha funcionaban y eran más o menos competitivos, pero a partir de ese momento han dejado de funcionar, porque los turistas ya no llegan al país por motivos ajenos al sector, pero decisivos para su suerte.

¿Qué falló? ¿El sector turístico? Posiblemente no. Aunque el sector y sus procesos son mejorables en todos los destinos internacionales, incluido Túnez, hemos de recapacitar y ser conscientes de que los motivos de la no competitividad del sector surgen por el cambio en el clima social del país y por extensión, en el destino turístico tunecino. Este cambio social es percibido desde los mercados emisores como una notable alteración del destino que le hace perder credibilidad a los ojos de los potenciales turistas y visitantes.

Intentar mejorar procesos estrictamente técnicos, como los de calidad, desarrollo de recursos humanos, formación o puesta en marcha de campañas de marketing urgentes e imaginativas, serán decisivas para alcanzar mayores cotas de competitividad siempre y cuando, a los mismos se les sumen procesos “no convencionales” en la gestión del día a día, con el objetivo de superar la situación de impotencia generalizada.

Una mayor capacidad de interlocución de los intereses turísticos dentro del propio Gobierno de Túnez, permitiría disponer al sector de nuevos argumentos, soportes y herramientas con los cuales poner en marcha esos procesos “no convencionales”. De este modo se podrían manejar situaciones límite y de crisis con mayor prestancia y naturalidad, evitando con ello las situaciones de vulnerabilidad e indefensión que les está tocando vivir y soportar.

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