lunes, 6 de junio de 2011

Los turistas como correa de transmisión de los destinos turísticos

Las personas se convierten en turistas cuando llegan a un destino y comienzan a consumir y experimentar productos y servicios. Una vez de regreso a sus lugares habituales de residencia, transmiten a sus allegados las vivencias y los nuevos conocimientos adquiridos durante el viaje, así como sus principales actos de consumo. Por lo tanto se convierten en una correa de transmisión de todo lo positivo, negativo o neutro que han experimentado.

Todo responsable turístico debe interiorizar que un turista satisfecho se convierte en embajador y prescriptor del destino turístico. La divulgación de una realidad turística positiva por parte de los turistas es una herramienta que aporta mayor credibilidad que otras fórmulas de promoción y comunicación existentes. Por el contrario, cuando el turista divulga una realidad turística negativa el destino pierde credibilidad y queda en entredicho.

En principio todos los agentes turísticos junto con los medios de comunicación, las instituciones públicas y los propios viajeros consideran que la seguridad de los turistas debe primar ante cualquier otro objetivo sectorial. Olvidar esta premisa hace que los destinos turísticos puedan ser vistos como excesivamente apegados a resultados materiales y económicos. Por tanto, los agentes responsables deben responsabilizarse tanto de los productos turísticos pactados, como de los servicios de protección, auxilio y humanitarios necesarios y adicionales para desarrollar la vivencia con todas las garantías.

Se debe tener en cuenta que en muchas ocasiones, la inseguridad turística no surge del propio sector, pero va a ser este el que vea afectada su productividad y credibilidad. Es más, existe una violencia dirigida premeditadamente hacia los turistas, porque sus autores saben que la divulgación de sus fechorías va a resultar mucho más amplia si las víctimas son ciudadanos extranjeros en lugar de nacionales.

Todo esto exige a los agentes y responsables turísticos asumir servicios adicionales, algunos en materia de seguridad turística, para seguir siendo competitivos. No hacerlo pondrá en marcha una correa de transmisión de signo negativo que en nada nos beneficia, ya que nuestra reputación e imagen externa se verá degradada por este tipo de situaciones. Es nuestra responsabilidad como agentes turísticos buscar las soluciones más idóneas y garantizar al turista las vivencias más satisfactorias.

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